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domingo, 14 de junio de 2015

¿Vacunar contra influenza a los pacientes con EA?




Cualquier proceso febril e infeccioso puede acelerar el déficit cognitivo y el comportamiento de estos pacientes, por eso es recomendable la inmunización contra las enfermedades prevenibles como la influenza, a excepción de los casos en que existan contraindicaciones específicas o en casos terminales.
 
La definición de aplicar o no preparados inmunogénicos debe ser analizada en conjunto con el médico responsable de la atención del paciente.

Más información, escríbanos a:


¿Quién debe ser el cuidador de un paciente con EA?


 
Por. Virginia Palacios Expósito
       Neuropsicóloga U. Complutense de Madrid

No existe una respuesta concreta para esta pregunta debido a que la situación de cada paciente es muy particular, en términos de la condición biológica y psicológica de la persona, de la severidad y progresión de la enfermedad y de las redes de apoyo familiar y social disponibles, entre otros.

En términos generales, se recomienda identificar más de una persona que pueda desempeñar el papel de cuidador, ya que el desgaste generado por la atención del cuadro es grande, pudiendo generarse una condición denominada “doble paciente”, en la que enfermo y cuidador presentan manifestaciones psicológicas y sociales.

En los casos en que exista una familia se recomienda llevar a cabo la reunión de  todos los miembros para generar implicación con el caso, participación en la toma de decisiones y contribución con el proceso de cuidado.
 
Algunas recomendaciones para la identificación y mantenimiento del cuidador de un paciente con enfermedad de Alzheimer se encuentran resumidas en la siguiente infografía:
 
 

Para mayores informes, escríbanos:

sábado, 13 de junio de 2015

¿Puede cocinar el paciente con EA?

 
Por. Virginia Palacios Expósito
        Neuropsicóloga U. Complutense de Madrid
 
La cocina puede resultar una de las actividades más estimulantes para los pacientes con demencia, especialmente para las mujeres, por el componente emocional y social que tiene en la vida personal y familiar.
 
Por tales razones se recomienda que esta actividad se mantenga bajo la supervisión del cuidador durante el mayor tiempo posible, buscando garantizar la seguridad del paciente y aprovechar los beneficios asociados.
 
Se debe tener en cuenta que las acciones que puedan representar algún peligro, tales como cortar o poner al fuego los alimentos, deben evitarse en la medida que el paciente haya perdido las facultades necesarias para la ejecución segura de las mismas, especialmente en fases avanzadas de la enfermedad.
 
Las características del paciente, la actitud del cuidador, la disponibilidad de tiempo para la supervisión y la evolución de la enfermedad han de ser evaluadas periódicamente para establecer el momento en que deben establecerse limitaciones para la ejecución de dicha actividad.
 
La práctica frecuente de la cocina contribuye a fortalecer la atención, la memoria y otras funciones mentales, la autoestima, el rol familiar y social, la capacidad funcional y la integración del paciente.
 

viernes, 12 de junio de 2015

Centro Día: Alternativa de atención en EA

 
Los Centros de Día para personas con enfermedad de Alzheimer son lugares que ofrecen una atención integral al paciente durante el día, proporcionando apoyo al cuidado de estos pacientes en el ámbito familiar.
 
Esta atención debe ser realizada por profesionales que entiendan la naturaleza, el manejo y las particularidades de la enfermedad, desarrollándose en dichos centros diversas  actividades  que favorecen la funcionalidad del paciente, por lo que constituyen una valiosa alternativa para el mantenimiento de la funcionalidad y la calidad de vida del paciente y sus cuidadores.
 
Tenga en cuenta las siguientes recomendaciones a la hora de elegir un Centro Día para su familiar con enfermedad de Alzheimer:
 
1.    Consulte con su médico tratante la conveniencia de elegir esta alternativa de atención.

2.    Tómese el tiempo de conocer las instalaciones del Centro, la trayectoria de los profesionales responsables de la atención y la programación de las actividades propuestas.

3.    Solicite un período de prueba con el fin de conocer el funcionamiento real del Centro y verificar el grado de adaptación del paciente, idealmente bajo su acompañamiento directo.

4.    Evalúe con el médico tratante el impacto del proceso de asistencia al Centro Día en la evolución de las manifestaciones de la enfermedad.
 
Para mayores informes o asesoría en el proceso de selección del Centro Día ideal para su paciente con enfermedad de Alzheimer, comuníquese con nosotros al correo:

fundasofia@gmail.com

miércoles, 10 de junio de 2015

¿Hasta cuándo debe vivir sólo el paciente con EA?

 

Por. Virginia Palacios Expósito
       Neuropsicóloga U. Complutense de Madrid

Esta es una pregunta que amerita un análisis del paciente, la familia y las redes de apoyo social, así como de las condiciones ambientales en que se da la vida cotidiana de la persona afectada por la enfermedad.
 
En esa línea, es importante llevar a cabo el balance entre los beneficios de promover la independencia y las probabilidades de sufrir accidentes, por lo que es necesario identificar y contener los posibles focos de riesgo, incluyendo barreras arquitectónicas y objetos que puedan generar daño como alfombras móviles, mobiliario, cables sueltos, entre otros.
 
Es importante anotar que muchos de los pacientes que están acostumbrados a vivir solos experimentan un gran impacto emocional, que en algunas ocasiones llegan a la agresividad, cuando se plantea la posibilidad de trasladarse a vivir en el domicilio de algún familiar o en un centro de larga estancia, lo que debe ser objeto de análisis por parte de la familia y los profesionales de la salud.
 
En términos generales, la definición del momento en que se debe limitar la vida en solitario del paciente con enfermedad de Alzheimer estará definida por la progresión de los síntomas y el impacto que tengan en la funcionalidad del mismo, aspectos que deben ser monitoreados cuidadosamente y analizados en conjunto con el equipo interdisciplinario responsable de la atención del caso.
 
Para informes o asesoría en el cuidado del paciente con enfermedad de Alzheimer, escríbanos a:
 

lunes, 8 de junio de 2015

¿Se deben comunicar malas noticias al paciente con EA?

 
Por. Virginia Palacios Expósito
       Neuropsicóloga U. Complutense de Madrid
 
La comunicación de muertes, enfermedades, accidentes u otros eventos negativos que afectan a familiares y/o amigos cercanos al paciente con EA depende de la etapa de progresión, de la capacidad cognitiva y de la condición emocional y mecanismos de defensa del enfermo.
 
En las fases iniciales, en que aún se mantiene la capacidad de comprender e incluso de asimilar la situación se le puede hacer partícipe de la situación, pero en  etapas más avanzadas de la enfermedad puede considerarse prudente evitar los comentarios acerca de dichos eventos si no se requiere de alguna intervención directa del paciente en el desarrollo posterior de los mismos.
 
Es importante recordar, que en esta, como en otras situaciones emocionales complejas, se debe analizar la conveniencia o no de asumir cualquier actitud frente al paciente por parte de la familia y el equipo interdisciplinario responsable de la atención del caso, así como proveer los mecanismos de soporte necesarios.
 
El manejo del duelo en el paciente con Alzheimer requiere del apoyo permanente de la familia, los amigos y el personal de la salud, por lo que se debe mantener una comunicación estrecha y abierta entre éstos.
 
Para mayor información y asesoría en manejo del paciente con EA en esta y otras situaciones de la vida cotidiana, escríbanos a:
 

domingo, 7 de junio de 2015

¿Demencia Senil o Enfermedad de Alzheimer?


Por. Virginia Palacios Expósito
        Neuropsicóloga U. Complutense de Madrid

El término senil es un término que aplica a los declives relacionados con la vejez, por lo tanto, el denominar a  la demencia como senil, implica calificarla como "demencia de la vejez", concepto un tanto reiterativo ya que por lo general la mayoría de las demencias se presentan en esta etapa de la vida.

La demencia es una enfermedad degenerativa del sistema nervioso central, progresiva e irreversible, que se caracteriza por una alteración de las funciones del sistema nervioso central, incluyendo la atención, la memoria, el cálculo, el raciocinio, las funciones ejecutivas y el control social.

El término demencia senil se utilizó inicialmente cuando se consideraban que todas las demencias eran iguales, en la actualidad, es posible identificar con claridad los diferentes tipos de demencia y establecer tratamientos individualizados, de acuerdo con la causa primaria del cuadro.

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fundasofia@gmail.com

viernes, 5 de junio de 2015

La marcha en el paciente con EA


Por. Virginia Palacios Expósito
        Neuropsicóloga U. Complutense de Madrid

En algunas ocasiones los pacientes con demencia se vuelven muy inseguros y temerosos a las caídas, este miedo puede ser ocasionado por la presencia de alteraciones motoras y del equilibrio que aparecen como consecuencia del proceso de la propia enfermedad o por los efectos secundarios de algunos medicamentos.
 
En presencia de caídas o "casi caídas" previas, puede generarse un verdadero "bloqueo", de orden emocional y/o cognitivo frente al desplazamiento, lo que tiene consecuencias graves para la funcionalidad y la independencia del paciente, afectando en última instancia la calidad de vida y promoviendo la aparición de complicaciones médicas asociadas a la inmovilidad, incluyendo escaras, atrofia muscular, fracturas patológicas y otras.
 
Algunos consejos para promover la deambulación del paciente con enfermedad de Alzheimer incluyen:
 
1.    Realizar una evaluación médica de la marcha.
2.    Promover la movilización activa del paciente hasta el momento en que pueda desenvolverse por sí mismo.
3.    Analizar con el equipo de salud el momento en que deben empezar a utilizarse dispositivos de ayuda y seleccionar el que sea más conveniente de acuerdo con cada paciente.
 
4.    Promover la movilización asistida del paciente en los casos en que se requiera apoyo por parte del cuidador.
 
5. Identificar barreras arquitectónicas y objetos que puedan causar tropezones o caídas.
 
6. Establecer protocolos de prevención de caídas de acuerdo con la naturaleza del caso.

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