La figura compleja de Rey es una de las tareas
cognitivas más utilizadas para la evaluación de las habilidades
construccionales (copia de la figura) y de la memoria no verbal (reproducción
inmediata o diferida). La aplicación de la prueba consiste en solicitar al
sujeto examinado que copie la figura compleja modelo a mano y sin límite de
tiempo, valorándose la capacidad de organización y planificación de estrategias
para la resolución de problemas así como su capacidad viso - constructiva.[1]
Posteriormente, sin previo aviso y sin la ayuda del
modelo, el examinado debe reproducir inmediatamente y a los 30 minutos, la
misma figura, con el fin de evaluar su capacidad de recuerdo material no
verbal. Para efectos prácticos, dichos intentos se denominan intento 1 (mientras
se observa la figura directamente), intento 2 (sin mirar la figura) e intento 3
(a los 30 minutos de realizada la primera prueba).[2]
Cada uno de los intentos da lugar a una puntuación
determinada sobre una escala que oscila entre un puntaje mínimo de cero (0) y
uno máximo de treinta y seis (36) puntos (Taylor, 1998), los cuales se obtienen
a partir de la inclusión de dieciocho elementos de la figura, a cada uno de los
cuales se asigna un valor de dos (2) puntos. El valor de corte en un adulto
normal promedio es de treinta y dos (32) puntos.[3]
[1] Leturia FJ, Yanguas JJ, Arriola E, Uriarte
A. La Valoración de las
Personas Mayores: Evaluar para conocer, conocer para intervenir. Editorial
Caritas. 2001. Documento electrónico disponible en:
[2] Cortés SJF,
Galindo VMG, Salvador CJ. La
figura compleja de Rey: Propiedades psicométricas. Salud Mental. 1996; 19 (3):
42 – 48.
[3] Berg R, Pranzon J, Wedding T. Exploración
del deterioro orgánico cerebral. Manual para la Práctica de la salud
mental. Universidad de Barcelona. 2000.
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