Un equipo de investigadores de la
Universidad de Santiago de Compostela (España) realizó un estudio para
averiguar los indicadores que influyen en la reserva cognitiva, esto es,
la capacidad cognitiva e intelectual que una persona acumula a lo largo de su
vida mediante conocimientos académicos, culturales, lectura, idiomas,
pasatiempos, entre otros, que permiten al cerebro compensar la pérdida de sus
funciones.
La reserva cognitiva, que no se puede medir
directamente, puede calcularse a través de ciertos indicadores que aumentan su
capacidad y, por tanto, protegen del deterioro cognitivo y de las demencias.
El estudio, publicado en la revista Anales
de Psicología, trabajó con una muestra de 326 personas mayores de 50 años, 222
sanos y 104 con deterioro cognitivo ligero, siendo evaluados el nivel de
vocabulario, los años de escolarización, la complejidad del trabajo desempeñado
y los hábitos de lectura.
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