Estudios recientes han identificado una asociación entre la aparición de problemas de memoria y defectos de áreas de integración cortical conocidas colectivamente, como redes estándar o predeterminadas.
De acuerdo con la literatura, los depósitos de amiloide y otras anomalías moleculares observadas en los pacientes con EA pueden interferir con estas redes e interrumpir circuitos neuronales que se encuentran más allá de las áreas del sistema nervioso central que se ven afectadas por las alteraciones mencionadas.
En consonancia con lo anterior, la EA puede ser concebida al tiempo, como una enfermedad degenerativa que se localiza en áreas específicas de la corteza cerebral y como un trastorno que compromete a distancia, vías neuronales integradas asociadas con la memoria.
En esta publicación se plantean pruebas que apoyan el estudio de la estimulación cerebral profunda del fondo de saco hipocampal como un nuevo tratamiento para mejorar los circuitos neuronales de dichas redes y se explica el efecto positivo que puede tener dicho procedimiento en el mantenimiento de la memoria al inicio de la Enfermedad de Alzheimer.
La estimulación cerebral profunda se realiza mediante un dispositivo operado por una batería llamado neuroestimulador, similar a un marcapasos cardíaco que envía estimulación eléctrica a áreas específicas del cerebro, con el fin de regular determinados procesos neurológicos, siendo utilizada en la actualidad como un tratamiento eficaz para bloquear los movimientos anormales en pacientes con enfermedad de Parkinson.
Fuente
Innovación en Neurociencia Clínica 2012; 9 (11– 12): 10 - 17.
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